sábado, 24 de septiembre de 2016

A la tercera

Normal
o no,
depende,
aunque no sepamos
de qué,
pero en el fondo
de todos,
nadie está libre
de culpa,
votes
o no.

Somos
eso,
lo que comemos,
y nos gobiernan
los que votamos,
ni más
ni menos,
aunque luego
nos quejemos.

Tres
es posible,
pero sin rencor,
la culpa
es de todos
y de nadie,
es la ventaja
de las urnas,
ellos se forran
a manos llenas,
mientras nos rascamos
la cabeza
pensando que hemos
hecho tan mal,
aun así,
repetirán campaña,
correos,
cartas y carteles,
papeletas
y burdeles,
y la consti
se podrá cambiar
en quince minutos,
doble vara,
doble rasero,
pero a ellos
se les ve el plumero.




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